martes, 2 de junio de 2009

tommasso marinetti.

Filippo Tommasso Marinetti, fundador del movimiento cultural conocido “futurismo”. En 1909 publica en el periódico francés Le Figaro el Manifiesto futurista.
De amplia actuación en el movimiento político fascista, participa en varias manifestaciones belicistas, y en 1935 parte para la guerra de Etiopía, y más tarde (1942) pelea en el frente ruso. Caído el régimen fascista en 1943, Marinetti adhiere a la República Social Italiana creada por Mussolini en septiembre del mismo año.
El movimiento futurista por él fundado, responde a la actitud desdeñosa y aristocrática de los intelectuales de vanguardia en relación con las realidades comunes y con los valores clásicos y tradicionales. Busca la originalidad, el irracionalismo, la exaltación de la euforia por los momentos fugaces y la exaltación de la tecnología.


A través de veladas poéticas de encuentro con el público, y de revistas como Lacerba, los futuristas difunden sus ideas, en las que exaltan sentimientos ultra nacionalistas, el amor al peligro, la exaltación de la energía, del coraje y de la audacia; la admiración por la velocidad, la lucha contra el pasado, la exaltación de la agresividad y de la guerra, considerada como “la única higiene del mundo”.

Umberto Boccioni: "La carga de los lanceros"

Tras su llegada a Milán y su encuentro con los divisionistas y con Filippo Tommaso Marinetti, escribió, junto con Carlo Carrà, Luigi Russolo, Giacomo Balla y Gino Severini, el Manifiesto de los pintores futuristas, al cual siguió el Manifiesto técnico del movimiento futurista. Según dichos manifiestos, el artista moderno debía liberarse de los modelos y las tradiciones figurativas del pasado, para centrarse únicamente en el mundo contemporáneo, dinámico y en continua evolución. Como temas artísticos proponían la ciudad, los automóviles y la caótica realidad cotidiana.
En sus obras, Boccioni supo expresar magistralmente el movimiento de las formas y la concreción de la materia.

Carlo Carrá: "Funeral del anarquista Galli"



Pero para representar el movimiento, en los mismos años en que se desarrollaba el futurismo, el cine había demostrado su supremacía absoluta, de manera que esta vanguardia pictórica acabó desapareciendo, como propuesta estética, en pocos años y sus miembros evolucionaron de muy diversas maneras, mientras el ideólogo del movimiento acababa afiliado al partido fascista en 1919.

Giacomo Balla: "Niña corriendo por un balcón"


La pintura futurista, siguiendo la idea de Marinetti de que un automóvil es más hermoso que la Victoria de Samotracia, pone el énfasis en la representación de la velocidad como elemento más característico del mundo moderno. Evidentemente, para representar la velocidad en un cuadro hay que tratar de aprehender el movimiento de las figuras y ésta fue la mayor aportación del futurismo: la superposicíón de planos, de manera que las formas adquieren dinamismo. Por lo demás, los distintos autores poseen un estilo personal, que no los identifica como corriente, más allá de su afán común por el movimiento, la velocidad y las escenas fugaces. Si acaso comparten el gusto por la pincelada suelta y los colores vivos y ciertas referencias al estilo cubista.

FUTURISMO


Ya tocaba ocuparse del futurismo, una de las vanguardias pictóricas que se desarrolló en la Italia de los primeros años del siglo XX, congregada en torno al "Manifiesto futurista" dado a conocer por el escritor Tommaso Marinetti en 1909.
Un año después varios de los pintores que configuran el grupo elaboran el "Manifiesto de la pintura futurista".
En el se hace una crítica a los conceptos de armonía y buen gusto, se llama inútiles a los críticos de arte y se defiende que "el movimiento y la luz destruyen la materialidad del cuerpo".
El documento fue firmado, entre otros, por los pintores Umberto Boccioni, Giacomo Balla y Carlo Carrá. En general, debemos entender el concepto de futurismo en sentido estricto, como aquel arte que hace una crítica radical al pasado y busca abrir nuevos caminos a la expresión estética.